
POR: DELIO GUERRA IBARRA
Los grandes asentamientos humanos han iniciado en la orilla de los ríos, ya que el agua se constituye fuente de vital importancia para la necesidad del ser: consumo, cultivos, alimentos.
El poblado de camarones inició su asentamiento a un kilómetro y medio (1km ½) sobre la margen sur del río que lleva su nombre pero abastecerse del precioso líquido para los quehaceres y el consumo del hogar hasta la población es un sufrimiento habitual. Y más en tiempo de sequía porque el río se seca y solo deja el rastro, por lo que hay que cavar grandes profundidades para conseguir el precioso líquido (Manantial).
Las mujeres transportaban el agua en la cabeza, con ollas, latas y baldes, los hombres a lomo de burro y los jóvenes también hacían lo mismo pero en barril o tonel de madera (donde se almacena el vino), para arrastrar esta vasija con unas cuerdas a la cintura que hacían las veces de dirección, se necesitaba de una gran pericia, es decir, ser un buen conductor. La mayoría de los jóvenes camaroneros hasta el año 1970 realizaron este oficio obligatorio de supervivencia.

Cabe resaltar este año 1970 porque hubo un gran acontecimiento para la población y fue la llegada del agua al pueblo por medio de tuberías; es decir todos sus habitantes íbamos a tener el servicio, permanente o casual, del precioso líquido instalado en casa. Esto sí era un gran acontecimiento para la comunidad tener agua en casa sin tener que caminar largos kilómetros ni cargar sobre la cabeza ollas, baldes, latas o en el lomo de animales y en barriles, eso sí que era una verdadera alegría colectiva.
El entusiasmo era general, los profesores les manifestaron a sus alumnos que debían asistir a la inauguración del acueducto de camarones con el uniforme de gala (camisa blanca, pantalón y zapato negro y corbata).
Para asistir había que caminar 4 km más o menos porque fue donde se construyeron los dos pozos profundos que surtirían de agua, para luego bombearlo a un depósito que quedaba en el pueblo, y luego bajaba por gravedad a las casas.

Este sitio es conocido con el nombre de La Trinidad, una parcela ubicada al margen del río Camarones. Fue en ese sitio donde tuve la dicha de asistir con todos mis compañeros de clase y profesores. Esa caminata bajo el ardiente sol y vestido de gala fue algo fuera de lo común pero también un manifiesto de alegría por el gran acontecimiento.
La inauguración contó la presencia del director del Instituto de Fomento Municipal (INFOPAL) de la época. El doctor EMILIO URREA, un cachaco vestido de saco y corbata de color negro y más “colorao” que un camarón por el sol sofocante. Llegó desde Bogotá a inaugurar la obra que era una bendición para el poblado y que acababa con el amargo sufrimiento.
Como en todo acto inaugural, hubo discurso y la demostración del servicio (bombeo de prueba). Todos los asistentes allí presentes unidos en alegría observamos con entusiasmo el gran acontecimiento. Pero los que no parecían estar alegres, entusiasmados y menos de acuerdo eran unos habitantes del sector que observaban curiosamente trepados en los árboles de grandes alturas cercanos donde ocurrían los hechos.
Era una manada de monos, ellos saltaban de una rama a la otra y chillando como queriendo manifestar algo. En un comienzo pensé que querían unirse a la alegría del pueblo. Pero tal fue mi sorpresa al ver uno de ellos, el más grande la manada, que con una puntería impresionante asestó una plasta de excremento en el pecho del director del INFOPAL. Él quedó atónito y expresó: “a la carajo que animales tan mal educados”.

Fue una realidad el servicio del agua en el pueblo, era salobre, y llegaba tres días a la semana, por tal motivo sus habitantes construyeron albercas, tanques y otros elementos para su almacenamiento.
En un comienzo todo fue normal, hubo una oficina de cobro para el pago del servicio. Se necesitaban los ingresos para el pago del fontanero, comprar ACPM y el mantenimiento de la planta de bombeo. Recuerdo que muchas veces el pueblo quedaba con el mismo problema por el daño de la planta de bombeo, o porque no había ACPM o el no pago del fontanero. Hoy en día los camaroneros siguen transportando el agua, pero utilizando otro tipo de transporte como vehículos y carretillas.
Este acto culminó normalmente excepto este acontecimiento que mantengo en mi memoria y que recuerdo en este momento por el desacuerdo que existe por un nuevo proyecto de llevar agua a camarones, la boca y perico recurriendo nuevamente a eso pozos profundos a los que hago referencia en este escrito.
¿Qué mensajes quisieron manifestar estos inteligentes animales con esa demostración tan desagradable? ¿No estarían de acuerdo con el proyecto o se sintieron invadidos en su territorio? ¿Por qué exactamente fue al director de INFOPAL?