
Por: Martín Barros Choles
Joe Biden ganó la presidencia, con el mismo número de miembros (306) del Colegio Electoral, con que ganó Donald Trump en el 2016 a Hilary Clinton, de los 270 delegados requeridos, para llegar a ocupar la Casa Blanca, representando a cada uno de los Estados, donde haya triunfado el candidato, quienes en ultima, eligen al presidente de manera indirecta. En Estados Unidos, al presidente no lo eligen de manera directa, como en las demás democracias de mundo, con el voto popular, sino indirecto a través los miembros del Colegio Electoral, delegados para votar en favor del candidato de su partido político. Solo participan de la elección de presidente, los delegados de Estados, donde ganó determinado candidato, es decir, el Estado que no gane, no tiene derecho a enviar delegados. Cada Estado tiene un número determinado de delegados, ejemplo, California, es el Estado, con mayores números de miembros (55), a diferencia de Alaska con 3 delegados. La suma de delegados en los Estados que se triunfó, no podrá ser inferior de 270 miembros, facultado para elegir el candidato-presidente. El nuevo presidente ganó en Estados de tradición republicana, como: Pennsylvania, Georgia, Arizona y Michigan; entre otros, que remontaron el mayor número de delegados, sobre pasando los 300 que garantizan la elección del nuevo presidente.
En estas elecciones en EE.UU, batieron record, en lo relativo a costos de campañas y el mayor volumen de votantes, superando la abstención, que oscilaba en 50%. El voto directo en la nación superó los 150 millones, incrementándose en más de 20 millones de electores, con relacion a las elecciones, pasadas. Baiden superó a Trump, en más de tres millones, de votos. Esa misma diferencia le sacó Hilary Clinton, a Donald Trump, sin embargo, no logro la presidencia, por el sistema operativo electoral que los rige. El presidente Trump, obtuvo 8 millones más de votos, que cuando fue elegido presidente, cundo muchos esperaban una derrota contundente en su contra, por variados motivos, relacionado, con la salud, el desempleo y el mal comportamiento que lo caracteriza, con expresiones y manifestaciones, arrogantes y peligrosa, utilizadas para infundir miedo. El presidente es un individuo, narcisista, racista, egocentrista, xenófobo y arbitrario; soñando que puede dominar el mundo y castigar, quienes les venga en gana, desobedezca ordenaciones e incumplan mandamientos. Donald Trump, fue el único presidente del mundo que desvinculó su nación (E.U), del Pacto Climático de Paris, defendiendo la industria de hidrocarburo y Carbón, que tienen plazos establecidos de uso. El presidente del norteamericano, que no fue reelegido, les encanta las guerras y conflictos armados. De ahí el fortalecimiento a la industria militar, con los negocios de armas, que fuerza vender a países aliados, de ahí sus objetivos conflictivos bélicos. El coronavirus que ha causado más de 220 mil muertos y registro, de 10 millones de personas afectadas, complementados con cuatro libros publicados, que lo desenmascaran, refiriéndose a intimidades y comportamientos, de autoría de su sobrina y otras personas, que laboraron y compartieron, confidencialidades con el presidente Trump, durante el periodo de gobierno, con comentarios desgarradores y asombroso, sobre actitudes y referencia, del presidente Trump, con las demás personas, imponiendo su criterio sobre cualesquiera otras opiniones. Un espíritu contradictorio y autoritario. Grosero, ofensivo, burlón, déspota, insensible e irrespetuoso. Dijo que los hispanos, que incluyen latinos, son unos estúpidos y considera a los negros como animales. Con tantos defectos y comportamientos malévolas, inhumano y perverso; del presidente Trump, era para que hubiese recibido una paliza, que deje cicatrices de por vida. Le fue mejor en esta elección que perdió, que en las pasadas que ganó. Se resiste a la derrota y comienza, a denunciar sin pruebas, fraudes y robos de elecciones, exigiendo que suspendan los conteos de votos, anulen los votos recibidos por correos, pretendiendo que reconozca los votos a su favor, porque son legales, mientras los votos demócratas son ilegales. Albergando salvavidas en la Corte Suprema, que es de mayoría republicana.
Joe Baiden el próximo presidente de Estado Unidos, de 78 años, fue parlamentario del Estado de Pennsylvania, vice-presidente en los dos periodos de gobierno de Barack Obama. Político del ala conservadora, del Partido Demócrata, aplomado en sus tratos, diálogos y discursos, que de una manifestó, Estado Unidos, regresa nuevamente al Pacto Climático de Paris. La campaña Joe Biden fue muy fría, no generó empatía, ni mucha simpatía popular. Distante de las masas, por prevención al covid. Le favoreció bastante el deseo de muchos ciudadanos americanos por derrotar la reelección de presidente Trump. Creo que, de no haber sido por la pandemia del coronavirus, el presidente Trump, hubiera ganado sobrado. Mejor que perdiera, para un alivio de mucho sufrimientos, persecuciones y hostilidades; generadora de alta tenciones internacionales, en guerra fría originada de las barbaridades y vulgaridades, divulgadas, por el mandatario americano. En Colombia tenía el respaldo del Centro Democrático.