
Por: Byron Miguel Barros Mejía
En las pasadas elecciones regionales, donde salieron victoriosos, José Ramiro Bermudez Cotes, en la alcaldía de Riohacha y Nemesio Roys Garzón, en la gobernación de La Guajira, todos en esta región teníamos la esperanza (y aún la tenemos), de que ahora sí, se venía a cambiar la historia de los últimos y fatídicos años en el departamento y que se podía hacer un gobierno de transformación en pro al desarrollo y avance del mismo. Lastimosamente comenzando el primer año de gobierno, a principios del 2020, la humanidad es golpeada por un fuerte virus y una Pandemia que se extendió a nivel mundial, producida por el virus Covid 19, lo cual afectó todas las economías mundiales, y en La Guajira no estábamos preparados para afrontar algo de tal magnitud, trayendo consigo, la afectación de procesos electorales, reuniones de concejos municipales y organismos políticos, además, aplazando procesos de toma de decisiones a nivel local, lo que quiere decir que el primer año de gobierno fue perdido en temas administrativos y políticos.
El pasado 14 de enero, se firmó el pacto territorial Cesar – La Guajira, por más de 4,4 billones de pesos por parte del gobierno nacional, para impulsar así, la reactivación económica regional, reducir la pobreza y mejorar la competitividad del sector productivo. El señor Presidente de la República, anunció importantes proyectos para La Guajira, lo que indica que el 2021, pinta con nuevas expectativas para el departamento. Ojalá que este año las Administraciones de José Ramiro y Nemesio Roys, puedan arrancar e impulsar antiguos y nuevos proyectos que el año pasado se quedaron sin realizar en sus administraciones producto de lo sucedido. Para nadie es un secreto que en La Guajira, gobernador y alcaldes, apoyan candidatos propios o en coalición en las elecciones legislativas. Los alcaldes devuelven el favor político a los senadores que les consiguieron el aval, apoyándolos con votos para estas elecciones y montan candidatos a la Cámara de Representantes para demostrar su poderío político, pero como están las cosas, los electores andan sueltos, se escucha por voz populi, que «si no hay contrato no hay voto».
Todo indica que para este año, ‘Ote’ y ‘Neme’, van a soltar el chorro para el pueblo. Parece ser que llegaron los recursos y habrá contratos y puestos para ir amansando a sus electores para las elecciones del 2022. Las Fiestas de la virgen de los Remedios en Riohacha, era el escenario perfecto para ir mostrando los posibles candidatos en La Guajira, pero producto de la pandemia estas fiestas serán virtuales y no se podrán presentar reuniones ni aglomeraciones, pero no faltará el atrevido que hará su reunión en algún parqueadero de Riohacha, y de esa manera ir organizando su equipo de elecciones y dar a conocer su nombre el día de la ‘Vieja mello’. Así entonces, el 2021 será un año de juego de ajedrez en la política regional, esperanzados que el pueblo les pueda responder para las elecciones de Cámara y Senado.
Para el 2022 Colombia tendría las elecciones más importante de los últimos años. En este debate político, los ciudadanos tenemos en la mano el nuevo rumbo que tendría nuestra nación, con posibles candidatos de derecha, centro e izquierda, se escogerá la gamada legisladora entre senadores, representantes y el primer mandatario de los colombianos. En nuestro departamento Guajiro, el panorama parece estar no tan claro, igual o peor al ámbito nacional, en este departamento tenemos más de 2 periodos consecutivos de estar sin senador propio, se dice que hasta sin dolientes, algo que nos mantiene en los últimos puestos según los resultados del Dane. Ojo con el 2022 que es el año del cambio, el año de elegir bien, el año donde se define el futuro de tus hijos y nietos. Por eso, hermano Guajiro, elije bien y ojalá tengamos Senador propio, para ser incluidos en proyectos de magnitud que ayuden en el progreso del departamento, como el tren regional del caribe y no se salgan diciendo que por ingobernabilidad, La Guajira no hace parte de dicho proyecto. Somos el departamento de la vaca lechera donde todos vienen y se pegan de la teta y a nosotros que nos mate el hambre y la miseria.