
POR: MARTIN BARROS CHOLES
El pánico cunde en la humanidad y la muerte acecha con bombas biológicas, para beneficio de productores y comercializadores, de drogas y elementos farmacéuticos, de multinacionales que operan en el mundo, sin ningún control, ni regulaciones, de las autoridades de sanidad, dirigida por la Organización Mundial de la Salud-OMS. Es un crimen de lesa humanidad, las propagaciones de virus, bacterias y hongos; creados por destacados científicos en laboratorios de las farmacéuticas, que financian sin ninguna restricciones, limitaciones, ni prohibiciones; de creaciones y mutaciones, de infecciones y contaminaciones, que bautizan con una identidad patentizada, probándolo en personas y animales, lanzando y esparciendo, al medio ambiente, microbios con la finalidad de causar, los efectos nocivos, entre las inocentes y desprevenidas víctimas. La propagación de los portadores, se retransmiten y multiplican, generando pandemia o epidemia, que, de hecho, origina y provoca, declaratoria de emergencia nacional, obligando a mandatarios y gobernantes, adoptar medidas económicas excepcionales, para la urgencia manifiesta, efectuando traslado presupuestales, para atender la gravedad de la salud.
Es inconcebible el silencio de gobiernos y medios de comunicaciones, frente a los científicos autores y coautores de acciones criminales, con el objetivo de perseguir vender el remedio, para mejorar el daño en salud y vidas, ocasionado por personas desalmadas e indolentes, multiplicando riquezas, sin censuras, ni reproches, de quienes forzosamente, sufragan muchas sumas de dineros, en compras de drogas para atender a los afectados y prevenir, las extensiones de trasmisión masivas en las personas. Tampoco se han pronunciados las iglesias, que concentran cantidades de feligreses y seguidores, sin desconocer las oraciones a Dios, pidiendo mejorías y erradicación del mal, rezando, por la terrible situación que nos atormentan, sin distingo de estratos sociales.
A los actores, coautores y generadores, de pandemias, patentizadas con perversas marca mortal, consistente en virus y bacterias, registradas como título de propiedad inmaterial, para asumir a la vez, el negocio de producción y ventas masivas, en enlaces y conexiones, nacional e internacionales, que les favorecen por el éxito material del daños biológico, en el medio ambiente, que favorecen a los autores y comercializadores, de productos farmacéuticos, que les genera creces y jugosas, utilidades y beneficios, creando y modificando, pandemias, lo que resulta insólito e inconcebible. Pero peor aún, guardar silencio, sobre las causas, orígenes y responsables, de virus, bacterias y hongos, degeneradores. ¿Por qué no judicializan y sancionan drásticamente, a los creadores, mutadores y propagadores, de pandemia? Deben ordenarse los cierres definitivos de laboratorios farmacéuticos, que financien científicos, para crear y cultivar, virus y bacterias infecciosa; explotando el comercio exclusivo de vacunas y otros, medicamento y remedios, requerido por necesidad, de enfrentar los daños, ocasionado en la esparción ambiental. Lo mejor de ese negocio, son las compras billonarias de productos, para atender a las víctimas de los negocios de la salud.
El Coronavirus o Covid-19, fue creado por científicos estadounidenses e ingleses, que están al servicio del laboratorio “Johnson & Johnson”, productor, expendedor y responsable; de las muertes y desastres humanos, causados por la mutación de la pandemia, que mantiene alterados, estresados, en pánico y zozobra; a las personas, que sufren y temen ser víctimas, como consecuencia de daños biológicos, con autoría patentizada.
Las pérdidas económicas, en industrias, comercios y servicios, son inmensas originadas por la conmoción y emergencia sanitaria, decretada en prevención del coronavirus, que no solo debe terminar en lamentos, quejidos, buenos servicios y prácticas de corrupción, aprovechando disponibilidades presupuestales especiales. Los hechos y las pruebas, son certera y veraces, denunciar ante la ONU y la Corte Penal Internacional, para que investigue el crimen ocasionado, determinando y señalando responsabilidad de autores y cómplices, en daños salud, obligando pagos de indemnizaciones a las víctimas.
La Organización Mundial de la Salud, sólo se ocupa de controlar y atender necesidades, registrando estadísticas deplorables y emitiendo comunicados informativos. En nada se refiere, ni mucho menos investigan las causa y origen de a epidemia, para sindicar responsabilidades. Una bomba biológica, causa tanto o más daños, que una bomba nuclear o atómica. ¿Porque se permite licencia patentada, para masacrar la salud de las personas en el mundo? Las epidemias no se generan por fenómenos naturales, si no por de las personas, que están al servicio de laboratorios de multinacionales. Parece que en los problemas de salud, reinara las complicidades entre beneficiarios, directos e indirectos, por los daños de salud y muertes, prevaleciendo encubrimientos e indiferencias, de los gobiernos, autoridades de salud y medios de comunicación, utilizados para manipular y desinformar, detalles y noticias, trilladas y morboseada. El Covid-19 nos mandó aislar, encerrar, cancelar: eventos, establecimientos, educativos, deportes, culturas viajes y recreaciones etc. De no castigar a los criminales de las contaminaciones e infecciones biológicas, matando seres humanos, nos acabaran a todos, con creaciones y mutaciones fortalecidas, de virus, bacterias y hongos.